Un vino que nace de noche, así lo indica su nombre, Gaubela, es una palabra en Euskera que significa trasnoche (por la noche y velar). Después de terminar la fermentación durante 12 días, se realiza un pisado de la uva dentro del depósito, como se hacía antes; cuando termina el día, se colocan pequeños recipientes de madera bajo del depósito y se recoge durante la noche todas las gotas de vino, procedentes de la presión que ejercen unas uva contra las otras, consiguiendo a la mañana siguiente unos 300 litros de un vino tremendamente exclusivo, complejo y único.
Este tempranillo de cepas de 98 años estará en barrica francesa durante el tiempo que marque mi boca y mi nariz (por cata , palabras de Norberto Miguel Aguillo).
Al paladar , taninos muy aterciopelados y grasos con sensación de volumen.